comportamiento del profesor

Es importante recordar el carácter interactivo de la situación de aula, así como la necesidad de que el profesor desempeñe su liderazgo de forma adecuada. El profesor debe establecer una relación con sus alumnos que posibilite el aprendizaje y los anime a la autodirección, pudiendo ser por tanto causa de conflicto debido a sus características personales, docentes o a su forma inadecuada de entender la disciplina y dirigir el aula. Pueden generar conflicto diferentes aspectos de su comportamiento:

Vulnerabilidad psicológica: Algunos profesores por su estructura de personalidad son incapaces de enfrentarse a las situaciones conflictivas desarrollando niveles de ansiedad elevados que conlleva sentimientos de inseguridad y falta de control de sus emociones negativas (nerviosismo, miedo, agresividad, etc.) y de esta forma se enturbian y dificultan las relaciones con sus alumnos.

Modelo de liderazgo: Tradicionalmente desde los estudios de Lewin, Lippitt y White (1939) se establecen tres formas de entender la autoridad en función del grado de control que se ejerce sobre los alumnos. Los profesores autoritarios establecen reglas y normas de forma impositiva y no están dispuestos a la negociación o explicación sobre su necesidad. Los profesores liberales o "laissez-faire" no establecen normas, actuan de forma permisiva y carecen de control del grupo. Los profesores democráticos establecen las normas a traves de la negociación, se basan en la explicación de su necesidad y en el diálogo, logrando de esta forma una mayor implicación personal de los alumnos en su cumplimiento.

El tipo de disciplina que surge de estas formas de entender la autoridad reciben el nombre de autocrática o impositiva, libertaria o autogestionaria y democrática o participativa. La más adecuada de ellas es la democrática ya que favorece tanto la autonomía como la independencia del alumno, mientras que una disciplina impositiva genera dependencia, tensión y miedo en el grupo (aunque en algunos casos mejora el rendimiento académico), por su parte una disciplina permisiva despierta en los alumnos la sensación de frustración y ansiedad, aumentando en ambos casos la insatisfacción de los miembros del grupo.

Relaciones interpersonales en el aula: Un clima humano favorable en la clase mantiene el deseo de aprender del alumno y la implicación necesaria para lograr un aprendizaje significativo.

Capacidades pedagógicas: Todos somos conscientes de que las clases monótonas, aburridas, carentes de recursos didácticos, poco atractivas, hacen difícil que el alumno mantenga su interés y atención aumentando las dificultades de control del proceso de enseñanza- aprendizaje. Un buen docente ha de ser capaz de desempeñar el papel de mediador social.